Con frecuencia, cuando un niño es diagnosticado con el TDA/H, la primera reacción de unos padres preocupados es, “¿Qué puedo hacer al respecto?”. A pesar de que la vida con su hijo en ocasiones puede parecer retadora, es importante recordar que los niños con el TDA/H pueden tener éxito y lo tienen. Como padre o madre, usted puede ayudar a crear ambientes en el hogar y en la escuela que mejoren las oportunidades de éxito para su hijo. Mientras más pronto atienda sus problemas, más probabilidad tendrá de prevenir los fracasos escolares y sociales y los problemas asociados tales como el fracaso escolar y la auto-estima empobrecida. La intervención temprana es la clave para obtener resultados positivos para su niño.
A partir de este momento estaremos abordando algunas de las estrategias que recomendamos a los padres de los niños que atendemos. Les plantearé primeramente aquellas que tienen que ver con la organización del ambiente en casa.
Mantenga su hogar organizado. Mientras más tenga su hogar programado y organizado, será mejor para su hijo con TDA/TDAH. La rutina puede ayudar a su hijo a aprehender el sentido de orden en su vida. Sea consistente con su rutina.
Simplifique su vida. Por favor, no trate de hacer todo, estar en todo, liderear todos los grupos. Reduzca el número de sus actividades. Su hijo necesita de su tiempo y atención más que otras personas. Pase más tiempo en casa con sus hijos y su familia.
Sea justo, firme y consistente con su disciplina. Asegúrese que su hijo sepa las reglas con anticipación. Revise éstas cuantas veces sea necesario. Siempre sea justo con su hijo. Sea firme, no recompense comportamientos inadecuados, ignorándolos. Sea sabio al momento de disciplinar o castigar.
Instruya durante las incompetencias y castigue la rebeldía. Los niños pueden saber la diferencia entre incompetencia y rebeldía. Cuando su hijo actúe incompetentemente, enséñele como hacer las cosas bien y permita que las practique. La rebelión o el comportamiento retador, sin embargo, necesitan ser disciplinados. Sí, su hijo necesita saber quien está a cargo y esta persona tiene que ser usted, no él.
Evite que su hijo o usted lleguen a la fatiga. Todos nosotros nos volvemos irritables cuando nos cansamos. No planee demasiadas actividades en su día, para que éstas no los agoten a usted o a su hijo. Si esto sucede entonces será difícil sobrellevarlas, tanto para usted como para él. Recorte sus actividades, haga menos, no más, ahorre energía, vaya despacio.
Implique al niño en el establecimiento de reglas, regulaciones, limitaciones, esquemas, esparcimientos y otras actividades personales y familiares.
Vea menos TV, no más. Cuando estamos cansados, la tendencia es encender la televisión y sentarse a "vegetar" enfrente de esta. Ver la TV simplemente roba nuestro precioso tiempo de atención que podríamos estar dedicando a nuestra familia. Lea libros, hable con su pareja, juegue juegos de mesa, camine... pero no vea tanta TV.
Dele responsabilidades familiares razonables y tareas en consonancia con sus aptitudes. Enséñele a realzarlas y luego alabe su cumplimiento.
Dígale al niño cuándo se porta mal y explíquele lo que usted siente acerca de su conducta; después propóngale que ponga en práctica otras formas de conducta más aceptables y estimúlele para que las lleve a cabo en el futuro.
Insista en que el niño coopere socialmente jugando, ayudando y colaborando con otros en la familia y en la comunidad. Proporciónele oportunidades adecuadas para la participación social y elogie la conducta cooperativa.
Sea consistente. Como padres es preciso ser tan constructivamente estables en la propia conducta como sea posible bajo diversas circunstancias. Recordar que cada vez que usted cambia su reacción conductual ante el niño le confunde acerca de lo que usted espera o cómo desea que actúe.
Trabajen padre y madre en equipo. Asegúrense de que ambos se impliquen en las actividades con el hijo. Es necesario que diseñen juntos el programa y tengan un contacto directo con el niño durante su instrucción.
No analicen las contradicciones con respecto a la educación de su hijo en su presencia.
Procure darle un lugar para trabajar o estudiar sin interferencias.
Establezca un horario fijo para hacer tareas, las comidas y el sueño.
Con regularidad ayúdelo a checar su escritorio o lugar de estudio, sus cuadernos, sus útiles en general. Enséñele como organizarlos. Estimúlelo cuando considere que ha hecho esfuerzos en este sentido.
Ayúdelo con claves para organizar sus pertenencias: colores, símbolos. Entrénelo en que debe haber un lugar para cada cosa y cada cosa debe estar en su lugar.
Póngale todos los recordatorios que necesite en diferentes lugares de la casa.
Simplifique las reglas de la casa. Explíquele lo que significa cada una y anótelas en una lista. Anote también lo que ocurrirá cuando las reglas se cumplan y cuando se rompan. Estos límites deberán ser comprensibles y sobre todo, inflexibles.
1 comentario:
hola nieves me recuerdas soy brenda
no se pueden ver en esta computadora los videos
Publicar un comentario