miércoles, 10 de junio de 2009

El TDA-H y las funciones ejecutivas en el aprendizaje y la conducta.



Las funciones ejecutivas son actividades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para alcanzar metas. Estas funciones empiezan a desarrollarse a partir del primer año de vida y continúan desarrollándose hasta la adolescencia. Por medio de ellas, podemos responder más a un plan que a las actividades que distraen.
Las funciones ejecutivas permiten guiar nuestras acciones más por las instrucciones que nos damos a nosotros mismos, que por influencias externas. Es decir, estas funciones permiten autorregular el comportamiento para poder hacer lo que nos proponemos hacer (Barkley 1998). Por eso las funciones ejecutivas son conductas dirigidas a sí mismo, hacia la conducta específica del sujeto a fin de regularla y modificarla. Afectan conductas relacionadas con la memoria, la organización, la planeación y el manejo de las emociones.
Las investigaciones en el campo del TDA-H señalan en que las características principales del trastorno, están asociadas a una dificultad para "inhibir" o "frenar" impulsos. Partiendo de estos hallazgos, el Dr. Russell A. Barkley (1998) ha postulado que esta dificultad en la inhibición de impulsos, no permite que diversos procesos sicológicos, puedan operar eficientemente. El Dr. Tomas Brown’s (2000) de la Universidad de Yale, coincide en señalar que en las personas con TDA-H se produce un déficit importante en las funciones ejecutivas que no le permiten el control y la autorregulación de la conducta.
Pero, ¿cómo influyen las funciones ejecutivas en el comportamiento del niño con TDA-H en la escuela?
Los niños con TDA-H tienen dificultades para iniciar y terminar una tarea; cambiar o moverse de un tema a otro o de una actividad a otra, es necesario que ellos sepan siempre que viene; también se les hace difícil ajustarse a los tiempos y utilizarlos de manera eficiente; no pueden sostener una atención de calidad; olvidan cosas fácilmente; organizarse les resulta casi imposible; se les hace difícil inhibir conductas no deseadas, por lo que se distraen fácilmente, hablan en exceso, se mueven mucho, y con frecuencia se involucran en problemas. La regulación de sus emociones es otra dificultad que se presenta a diario, conductas de oposición y disruptivas, dificultades para expresar sentimientos y darse cuenta de los sentimientos de otros, baja tolerancia a la frustración y baja autoestima. Las dificultades que los niños y adolescentes con TDA-H tienen en la escuela, impactan significativamente su rendimiento académico, su motivación hacia el aprendizaje y su autoconcepto.

El rendimiento académico es una consecuencia del funcionamiento del niño y adolescente en la escuela y está directamente relacionado con la memoria de trabajo y evocación, es decir, la habilidad para retener en la mente aquella información necesaria para guiar las acciones de la persona, al momento o más adelante, por ejemplo, llevar el libro a casa, leer un capítulo determinado y preparar un mapa conceptual para entregar al día siguiente. Esta función ejecutiva es necesaria para recordar el hacer las cosas en el futuro cercano.

En las personas con TDA-H, la dificultad para inhibir impulsos entorpece la función ejecutiva de memoria de trabajo, como resultado, pueden ser distraídos, olvidadizos para hacer las cosas y desorganizados. Además, pueden ser vulnerables a no terminar las tareas que inician, a no darse tiempo para pensar en las consecuencias de una acción en particular, a no beneficiarse del recuerdo de experiencias pasadas para responder al futuro y a no manejar el tiempo tan bien como los demás (Barkley, Murphy y Bauermeister, 1998).
Otra función ejecutiva es el desarrollo del lenguaje interno, es decir, la voz privada de la mente que se usa para conversar con uno mismo y dirigir o regir el comportamiento (“tengo que fijarme en el signo del ejercicio para ver si es suma, resta o multiplicación"). Cuando el resultado de la dificultad para inhibir impulsos interfiere con esta función ejecutiva, se entorpece la autorregulación de la conducta, la habilidad para seguir reglas, la capacidad para seguir instrucciones cuidadosamente y la habilidad para dar seguimiento a los planes y a las cosas por hacer en el hogar y en la escuela.
No menos importante es la función ejecutiva habilidad para autorregular las emociones y la motivación, comenzar un proyecto, mantenerse alerta, prestar atención y culminar el trabajo tienen mucho que ver con la disposición, la incorporación y el esfuerzo. En ocasiones la falta de motivación, el temor a fracasar la baja tolerancia a la frustración y la irritabilidad hacen que los niños con TDA-H parezcan irritables, irreflexivos y con muchas dificultades para reformular sus conductas que influyen de manera significativa en sus resultados en la escuela.
La habilidad para solucionar problemas es otra función ejecutiva que impacta su rendimiento en la escuela. En la medida en que la dificultad para inhibir impulsos obstaculiza estas funciones los niños y adolescentes con TDA-H son más propensos a frustrarse, a no controlar bien la expresión de las emociones, a no poder mantener la motivación para hacer diversas tareas en ausencia de recompensas inmediatas y frecuentes y a tener más dificultades para vencer o buscar alternativas para superar los obstáculos que se presentan.
La capacidad disminuida para inhibir o "frenar" la tendencia a responder a lo inmediato o más atractivo, interfiere con las funciones ejecutivas que son necesarias para desarrollar el autocontrol o dominio de sí mismo y dirigir la conducta hacia el futuro. Como consecuencia, nos enfrentamos a múltiples indicadores de falta de atención, impulsividad e hiperactividad que repercuten significativamente en los resultados escolares, en el control de la conducta y en las relaciones sociales de los niños y adolescentes con TDA-H.
Conociendo como influye el déficit en las funciones ejecutivas en los niños y adolescentes con TDA-H podemos proyectar el trabajo en la escuela y el apoyo para los niños en casa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA MI NOMBRE ES FABIOLA Y TENGO UN NIÑO CON TDA QUE TIENE 7 AÑOS LES DEJO MI MSN fabiolaflaca27@hotmail.com SOY DE ENSENADA BAJA CALIFORNIA MEXICO MUCHAS GRACIAS.

Nieves Herrera Conde dijo...

Hola, gracias por leernos. Creo que tengo la posibilidad de brindarte algo de lo que hemos estado trabajando con los padres. La proxima semana voy a subir un comentario que te puede interesar.